Sobre mí

Con el modelo de peritaje que propongo, mi objetivo es minimizar la judicialización de procesos evitables y promover una mirada más restaurativa, ética y justa para todas las partes.

El médico perito ocupa una posición intermedia entre dos mundos: el clínico y el legal. Su rol no consiste únicamente en observar, sino también en traducir, contextualizar y explicar. Esta función de puente se vuelve más eficaz cuando incorpora tanto el conocimiento científico como la sensibilidad para narrar lo ocurrido sin agravar el sufrimiento.

Áreas de experiencia

Cuento con amplia experiencia en informes de valoración de daño corporal, incapacidades y mala praxis. Mi enfoque es proporcionar informes técnicos imparciales y rigurosos.

Mi compromiso

Mi acercamiento al mundo del peritaje nace de una convicción: la mayoría de las demandas por mala praxis no reflejan un error individual, sino las deficiencias estructurales de un sistema sobrecargado y deshumanizado. Y, al mismo tiempo, muchas reclamaciones esconden una búsqueda legítima de justicia, de información y de calma, en el contexto de un duelo o de una vivencia clínica difícil de comprender.

Creo firmemente que un informe pericial, además de técnico y riguroso, puede y debe ser también humano, porque de esa manera se evitan sufrimientos añadidos, tanto a pacientes y familiares como a los propios profesionales sanitarios que se ven envueltos en procesos judiciales dolorosos.